Bueno, bueno, bueno…. me parece que esta vez no voy a tener a mucha gente de acuerdo con mi opinión sobre este libro. Las críticas que he leído son buenas, es un libro que gusta e impacta pero a mi me ha dejado un poco “chascada”.
Va a ser difícil comentarlo sin desvelar nada interesante. Así que igual os resulta una reseña un poco sosa, pero vamos, más vale sosa que “cargarse “el libro, no?
En dos líneas el resumen es el siguiente: dos parejas, de clase media-alta quedan en un restaurante de lujo Amsterdam para hablar de sus hijos adolescentes de 15 años, los cuales pueden estar envueltos un gravísimo episodio de violencia.
La sinopsis del libro añade frases del tipo: “¿Hasta dónde es capaz de llegar un padre para encubrir a un hijo que comete un delito injustificable? ¿Debe prevalecer el instinto de protección paterna, o la lealtad a unas normas sociales que garantizan la coherencia y la fortaleza del grupo?”
¿Pinta interesante, no? Un libro que abre un gran debate, que profundizará en las angustias de cualquier padre / madre digno de ser humano, nos mostrará una imagen de un hijo asocial, psicópata, o sencillamente criado en una sociedad sin valores, en un entorno falto de cariño, o… cual será la justificación (si es que hay justificación ) para tal comportamiento? ¿Será una cena al más puro estilo de Un Dios salvaje en el que aflorarán las miserias y carencias de los protagonistas? Pues todo eso me preguntaba yo emocionada cuando me compré el libro.
¡Y vaya decepción!
Reconozco que empieza bastante bien, pero a medida que van pasando las hojas y la cena en cuestión, el libro, los personajes, los hijos y los padres, van perdiendo brillantez. Los personajes pierden fondo, se pasa a un plano hasta irreal, incoherente. Vamos, los puntos que para mí prometían en esta novela son los que menos han sido explotados o directamente se los han cargado.
Esta a años luz de Tenemos que hablar de Kevin (Lionel Shriver) o Todo cuanto amé (Siri Hustvetd), novelas que podríamos decir que tienen en común este tipo de temática. En contraste, son novelas muy profundas, con unos grandes personajes muy bien perfilados en los que se describen las emociones y los sentimientos de una manera excelsa (bueno, son dos de mis novelas preferidas así que me permito el gustazo de ensalzarlas de manera exagerada).
Evidentemente, para gustos colores pero para mi La cena ha sido una gran decepción, me esperaba bastante más. Y creo que el tema podría haber dado muchísimo más de sí. Me gusta tema de la maldad, la contradicción entre valores y actitudes, por eso me esperaba bastante más de esta novela. Y la verdad, me hizo pensar poco, llegué a una clara conclusión a la mitad de la novela, ratificada completamente cuando leí el final.
¿Algo positivo? Sí, engancha, se lee rápido y algunos de los pensamientos irónicos y bastante mordaces del personaje narrador de la historia son muy buenos.
Y vosotros , que pensáis, ¿la habéis leído?